Vuelta

Y llegó el día. Pasó más de un mes desde mi última entrada, y fue por diversas razones. La principal: Bariloche. No voy a explayarme mucho, porque no lo vale, es imposible describirlo en palabras, pero sí voy a decir que superó mis expectativas como viaje. Y no hablo de lo bien que la pasé, sino que el viaje me ayudó a pensar, o mejor dicho, me dio vuelta muchas cuestiones de mi vida lo cual me hizo reflexionar mucho. Y me encanta que haya sido así, porque creo que el principal motivo de viajar, no tiene que ser sólo conocer el exterior, sino que tiene que servir para conocerse a uno mismo, y bueno, este viaje en especial, logró eso más que ningún otro viaje hasta ahora.
Por otro lado, quería escribir sobre lo que me está pasando. Últimamente estoy desenchufada de todo, y más concentrada en mi casa. Pero de una manera que antes no pasaba. Quiero estar así toda mi vida. Colegio, amigas, Pablito, casa.
De hecho, quiero traer otras cosas a mi casa. Como un perrito. ¿Qué mejor que una raza chica, para una casa no tan grande como la mía? No me pueden decir que no, en especial cuando muchos de nosotros hace tiempo que queremos un nuevo integrante en la familia. Tengo pensado pedir un cachorrito para mis 18. En realidad la excusa son mis 18, pero de todos modos quiero un perrito, para mí, para tenerlo en mi pieza, acompañándome mientras estudio (ya que tanto voy a estudiar el año que viene), etc. De vez en cuando me viene el pensamiento sombrío de que en algún momento se va a morir, como pasó con Ron, y que va a ser muy triste. Que todos vamos a estar muy tristes, pero hay que pensar positivamente y disfrutar un poco de la vida.