lunes, 20 de enero de 2014

El lado bueno de la vida

Acabo de ver Silver Linings, y realmente es una película hermosa. Es larga y al principio por alguna razón me pareció brusca y rápida, pero sólo duró unos minutos hasta que la trama me atrapó por completo, por lo que ni me enteré de que pasaron las horas. Hacía mucho que no me pasa con una peli: cada escena estuvo llena de significado.
La razón por la cual me llegó tanto, es porque tiene un mensaje de positivismo. Su título lo dice todo: el lado bueno de las cosas. Y la película es eso: positivismo a full. Pero no uno llano. Kat, el protagonista, está tratando de construir su vida de nuevo. Tiffany, también. Ambos como individuos son desastrosos a su manera, y buenos y puros de otra. Estas cualidades me hicieron identificar a los personajes con una persona que quiero mucho. Lo más irónico es que hoy la cagué a puteadas porque pensaba de una manera machista, y no pude evitar dejarle ver lo mal que pensaba de esta persona en cuestión. No me siento culpable, tampoco me siento bien con la situación. Simplemente que me sentí identificada con la película, de esta manera en especial.
Nuestra sociedad nos muestra continuamente que el camino hacia la felicidad es la perfección. Un hogar perfecto, una familia perfecta, una pareja perfecta, amigos perfectos, vacaciones perfectas, etc. Pero todos sabemos bien que no es así en la vida real. Quizás deberíamos bajar un cambio con la búsqueda de la felicidad a través de la perfección ¿no? No es que no aprecie a la perfección, todo lo contrario: disfruto muchísimo de lo armonioso cuando lo veo, y de hecho, como todos los seres humanos, directa o indirectamente, busco la perfección en algún área de mi vida. Pero me pasó algo hace poco, que no me hizo bien. Me hizo sentir insatisfecha conmigo misma. Y ahora pienso ¿Por qué no valoro lo que tengo? ¿Por qué no disfruto mi mundo tal cual es? La sociedad tiene ciertos mandatos sociales que son difíciles de cumplir, y por ello a menudo nos sentimos tristes, frustados o miserables. Pero, ¿por qué no podemos convivir con la tristeza, con el dolor? Quizás sí haya una manera de ser felices si lo intentamos.
Un ejemplo de eso es Kat, que está en un entorno terrible. A veces nuestra familia es nuestro peor enemigo y nuestro mejor refugio a la vez. Nadie sabe cómo. Quizás sea el amor, pero a pesar de los problemas y de lo tóxico que resultan algunas relaciones familiares, uno siempre vuelve con los suyos, y es lo que la película refleja: a pesar de las imperfecciones, a pesar de los problemas que jamás se van a resolver, a pesar de lo enfermo de las actitudes de la gente, la vida sigue, y mucho mejor si es con nuestros seres queridos, ya que siempre, pero siempre, se puede buscar el lado bueno de las cosas. Y lo loco de todo esto, es que es verdad: vivimos en contradicción constante, y deberíamos empezar a dejarnos de sentir abrumados y confusos por eso, y ser felices de una buena vez.

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