sábado, 23 de noviembre de 2013

Love what matters

Lo que pasó el la madrugada del 22, fue una de las peores cosas que me tocó vivir y ver, si es que no es la peor. Ver como un taxi atropellaba a mi mejor amigo, y verlo todo machucado, sangrante, fue conmocionante. No saber qué hacer para ayudar... y demás emociones, todas juntas. Es un milagro que esté vivo, y doy gracias a Dios que así sea.
No fue lo único que pasó, fue un delirio, pero la violencia siguió horas más tarde, de la mano de compañeros del colegio. Digo compañeros, porque realmente nada me une a esos seres descerebrados. Pero no fueron las únicas personas que tuvieron actitudes asquerosas en aquella noche. También hubo personas cercanas que verifiqué que tan egoístas eran. No estoy desilusionada, sino que un poco sorprendida, por lo hija de puta que puede llegar a ser la gente.
Individualismo, egoísmo, incluso llegar a querer figurar en una situación tan trágica... cuál es el límite? Por suerte hubo otras personas que me contuvieron muchísimo. Amigos, conocidos, no amigos: todo un conjunto de gente que me hizo sentir bien, en especial, las personitas con quienes pasé la mayor parte de la madrugada.
Pensé muchísimo todo, y la verdad es que antes estaba sacadísima, indignada, y demás cosas, pero ahora estoy tranquila, agradecida de que nada fue peor, y dispuesta a arreglar lo que pueda. A partir de ahora, quiero ver y estar con las personas que más quiero, aquellas que en los momentos extremos que vivimos me demostraron su verdadera personalidad. 
No quiero pasar más tiempo con gente que claramente piensa en sí mísma, no más. Se termina el año. Se termina la secundaria, y yo estoy totalmente agradecida de ello. Estoy podrida de ver las mismas caras, la misma gente, bancarme las mismas mierdas. A partir de ahora le digo que NO a todo eso. Lo que pasó fue un antes y un después, ya no voy a regalarle mi buena onda, mi amistad, o mi tiempo a nadie que no lo valga. ¿Fiesta de egresados? Ni siquiera se si ir. No quiero formar más parte de la mierda que viví. Yo valgo algo más que unas horas entre borrachos que tiran botellas de vidrio, se drogan, rompen autos, cagan a palos a personas, ¿se quedan con guita? todo eso mientras ponen en peligro la vida de muchos. ¿Pagar mil pesos para vivir eso? Ese no es el cierre que merece mis años en la secundaria. Todo el tiempo vivido fueron amigos, compañeros, profesores, anécdotas, amor... pero lo que vivimos la otra noche? No, lo que vivimos esa noche no tiene palabras. Yo no me siento parte de eso, por lo tanto no voy a participar.
A partir de ahora voy a disfrutar MI VIDA como YO quiera, no como un grupo de animalitos aclame que tenga que ser.
Love what matters


No hay comentarios:

Publicar un comentario